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lunes, 31 de julio de 2017

DOSSIER DE PRENSA MCDONALD’S ESPAÑA

Los inicios.

Los hermanos Richard y Maurice McDonald  

En 1948 los hermanos Richard y Maurice McDonald abrieron en San Bernardino (California) su primer restaurante McDonald's, que ya contaba con servicio de pedido desde el coche “drive-in”. Este restaurante llamaba la atención por su forma octogonal y por las ventanas que permitían al público observar la cocina y comprobar la calidad de las instalaciones y la elaboración del producto. El menú, a base de hamburguesas, patatas fritas, batidos, refrescos y pastel, era además muy asequible, ya que la hamburguesa costaba 15 centavos frente a los 30 que cobraban la mayoría de los competidores. 
 
Ray A. Kroc, fundador de McDonald’s
Ray A. Kroc, un representante en exclusiva de la marca de batidoras "Prince Castle Multimixer", recibió en 1954 el mayor pedido de batidoras que jamás había tenido de una cadena de restaurantes del sur de California: McDonald’s. Por este motivo, Kroc viajó a San Bernardino y lo que descubrió al llegar fue un restaurante octogonal con servicio a coche que contaba con gran afluencia de público de todas las edades.
Kroc comprendió inmediatamente las posibilidades de expansión por Estados Unidos de este concepto de restaurante y consiguió que los hermanos McDonald le cedieran el derecho de comercializar la marca. En 1955, Kroc construía su primer restaurante bajo el nombre de McDonald’s, en Des Plaines (Illinois), con un éxito de público y de ventas espectacular que se cifró en 366 dólares el primer día. En 1959 ya existían cien restaurantes bajo licencia McDonald’s, que alcanzaban unas ventas anuales de 50 millones de dólares. Hoy en día, el restaurante de Des Plaines es un museo que recibe miles de visitas al año.

En 1961 Kroc logró que los hermanos McDonald le vendieran la totalidad del negocio y se creara el sistema de franquicias, otorgándole independencia a la hora de poner en marcha los proyectos de McDonald’s y adherirse completamente a los valores de la marca. 

HISTORIA de McDonald’s Corporation
“Las innovaciones técnicas introducidas por los hermanos McDonald les permitieron lograr su objetivo: ofrecer un servicio rápido, con productos de calidad a precio asequible. Estos principios
se  han mantenido en la compañía a lo largo de los años”  “En 1955 Ray A. Kroc crea el primer restaurante McDonald’s  y en 1961 comenzó con el sistema de franquicia”

Historia de la compañía Expansión y Desarrollo
Durante los años 60 McDonald’s se expande por todo el territorio de los EEUU. El primer paso vino marcado por la inclusión de mesas para poder consumir los productos en el interior de los restaurantes, así como por la adopción de lo que desde entonces son los principios básicos de la compañía: Calidad, Servicio, Limpieza y Valor. La fundación de la Universidad de la Hamburguesa, en 1969, permitió extender la formación y los principios de la compañía a directivos, franquiciados y empleados.

En 1967 se produjo un hito singular en la historia de McDonald’s, Jim Delligatti, un franquiciado de Pittsburg, creaba la hamburguesa que se acabaría convirtiendo en el producto estrella de McDonald’s: el Big Mac. Con los años, el precio del Big Mac por países se ha consolidado como uno de los índices de referencia para conocer el grado de desarrollo económico de las naciones (el "Indice Big Mac").

A finales de los 60 comienza la expansión internacional de la compañía con la apertura del primer restaurante McDonald’s en Rickmond, Canadá, en 1967. En 1971 y en tan sólo un año se inauguran restaurantes en seis nuevos países: Japón, Países Bajos, Alemania Federal, Panamá, Guam y Australia.

En la actualidad, con más de 36.000 restaurantes, McDonald’s es la compañía líder del sector de restauración en todo el mundo, sirviendo cada día a unos 69 millones de clientes en más de 100 países.  
“En 1967 el franquiciado Jim Delligatti inventa el producto estrella de McDonald’s:  Big Mac” “McDonald’s cuenta en la actualidad con más de 36.000 establecimientos en más de 100
países”

  McDonald’s Corporation
McDonald’s Corporation es la empresa líder mundial de restaurantes de servicio rápido, con más de 36.000 establecimientos que sirven cada día a unos 69 millones de clientes en más de 100 países.  

McDonald’s Europa
McDonald’s Europa cuenta con 7.500 restaurantes abiertos en 38 países, que sirven a cerca de 14 millones de clientes al día. McDonald’s Europa cuenta con una plantilla de 425.000 empleados. 
McDonald’s España McDonald’s España cerró el año 2014 con 481 restaurantes repartidos por toda la geografía nacional, que generan unos 24.000 puestos de trabajo.

Principios corporativos
Desde que Ray A. Kroc abrió su primer restaurante McDonald’s en Illinois y extendió el sistema de franquicia, tras hacerse con la totalidad del negocio de los hermanos McDonald, estableció una serie de principios corporativos sobre los que se ha construido la compañía y que todavía hoy perduran.  

Se trata de ofrecer al cliente los más altos niveles en los tres principios básicos: Calidad, Servicio y Limpieza. Posteriormente, se añadió un cuarto principio: el Valor o Asequibilidad.  

Calidad. Máxima calidad y seguridad en los productos desde la selección de las materias primas hasta la elaboración del producto en los restaurantes. 
Servicio. El objetivo es conseguir, en todo momento, el 100% de la satisfacción de los clientes. La rapidez en el servicio, el trato amable y personal y la constante adaptación a los gustos del cliente son los medios para conseguirlo. 
Limpieza. El cuidado en la limpieza y la higiene es un importante requisito en los restaurantes McDonald’s.   Valor o Asequibilidad. Es el concepto equivalente de mejor relación calidad-precio.

Modelo de negocio
La estructura de negocio desde los tiempos del empresario Ray A. Kroc      se ha basado en una fuerte y estrecha relación entre los franquiciados,  los proveedores y los empleados de la compañía: “el taburete de tres patas”.
La idea original de McDonald’s, desde que Kroc concibió la cadena como    hoy la conocemos, es la de un restaurante familiar, abierto a todo el mundo, y en el que los proveedores son socios clave de la compañía. Actualmente, McDonald’s cuenta con proveedores locales en todos los países en los que opera, estableciendo relaciones duraderas y a largo plazo.

Quién es quién en McDonald’s

Don Thompson CEO de McDonald’s Corporation
Doug Goare        Presidente de McDonald’s Europa
Mário Barbosa    Presidente y Director General McDonald’s España

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jueves, 13 de julio de 2017

El comité Nobel destacó que ambos profesores han desarrollado "valiosas herramientas teóricas" para "entender los contratos en la vida real", así como los posibles problemas en su diseño.

Los medios comunican que « el británico Oliver Hart y el finlandés Bengt Holmström son los ganadores del Nobel de Economía 2016 por "sus contribuciones a la teoría del contrato", informó la Academia Real de las Ciencias Sueca. El comité Nobel destacó que ambos profesores han desarrollado "valiosas herramientas teóricas" para "entender los contratos en la vida real", así como los posibles problemas en su diseño.
(Alejandro Teitelbaum) Mundo - En concreto, argumenta el fallo del jurado, los galardonados han establecido un "marco comprensivo para analizar muchas cuestiones diversas en el diseño de contratos" para lograr que ambas partes cooperen en beneficio mutuo y no se generen "conflictos de intereses". Hart y Holmström han estudiado cuestiones como las retribuciones por rendimiento y objetivos a los ejecutivos, las deducciones y copagos en los seguros y la privatización de actividades propias del sector público (gestión de prisiones y escuelas) ».
Dicho de otra manera Hart y Holmström han sido premiados por su contribución a fortalecer la seguridad jurídica contractual de los dueños del gran capital.
En realidad el premio Nóbel de economía no es tal. El Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, que es su verdadero nombre, pero que se conoce como Premio Nóbel de Economía, fue instituido en 1968 por el Banco de Suecia, el más antiguo de los bancos centrales, para celebrar el tricentésimo aniversario de su fundación.
Por un acuerdo del Banco con la Real Academia de Ciencias de Suecia, el premio lo otorga anualmente esta última, al mismo tiempo que los verdaderos premios Nóbel, con fondos proporcionados por el Banco. No con fondos de la Fundación Nóbel. El premio se otorga casi invariablemente a economistas neoliberales y/o a quienes se han destacado en estudios que interesan al poder económico.
Por ejemplo por qué la gente compra una cosa y no otra (la decisión en condiciones de incertidumbre o teoría de la elección). Es decir estudios utilizados en las operaciones de mercadotecnia para fomentar el consumismo. Son una actualización de las orientaciones subjetivistas en economía (utilidad marginal) con un agregado “neurobiológico” (neuroeconomía y neuromercadotecnia). Así es como en 2002 se le otorgó el premio “Nóbel” de economía al psicólogo Daniel Kahneman por sus trabajos sobre la “teoría de las perspectivas”, base de la “finanza comportamental” y por sus trabajos sobre la “economía de la felicidad”.
La “teoría de la elección” la desnudó muy bien “avant la lettre” el poeta afronorteamericano Langston Hugues (1902-1967) en su poema Anuncio del Waldorf Astoria, en el que les dice a los hambrientos que duermen en la calle por qué no van a comer al Waldorf Astoria, donde pueden elegir entre variados y exquisitos menús y después quedarse a dormir en una de sus magníficas habitaciones.
Ocho adherentes de la ultraliberal Sociedad del Mont-Pèlerin han recibido el Premio “Nóbel” de Economía (una manera, entre otras, de prestigiar al pensamiento pro-sistema): Friedrich Hayek, Maurice Allais, Milton Friedman, George Stigler, James M. Buchanan, Gary Becker y Ronald Coase. Muchos de ellos sostienen que todo lo relacionado con la vida humana y con las actividades humanas: el trabajo, la salud, la educación, la cultura, la investigación científica, la creación artística, el derecho, las relaciones familiares, etc., está determinado por el cálculo económico costo-beneficio (cálculo de rentabilidad). Una figura eminente de la teoría del costo-beneficio aplicable a todas las actividades humanas (incluidos el matrimonio, la fertilidad, la educación y la formación) es Gary Becker, miembro de la Sociedad Mont– Pèlerin y premio “Nóbel” de economía en 1992.
El rasgo común de estos economistas “nobelizados” es que nunca aciertan en sus previsiones. Ni cuando pronostican el fin de las crisis (jamás aciertan a preverlas) ni cuando nos prometen “un mundo feliz” con el capitalismo mundializado.
Un caso ejemplar (pero no único) de los desaciertos de los economistas nobelizados es el de Robert Merton y Myron Scholes, que recibieron el premio “Nóbel” de economía en 1997. Scholes fue el creador, junto con Black, de un método matemático “infalible” para prevenir los riesgos financieros. Merton y Scholes eran asesores de Long-Term Capital Management (LTCM) un gestor de hedge funds de primera línea. Pero el método Scholes-Black no impidió que LTMC quebrara en 1998 y fuera salvado en última instancia por un aporte de 3500 millones de dólares proveniente de 14 grandes bancos.
Una mención aparte merecen los ultramediatizados Joseph Stglitz y Paul Krugman. Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial y Paul Krugman (formador de opinión que difunde sus ideas desde el año 2000 en su columna bisemanal del “New York Times”), pueden ser calificados como neokeynesianos. Tienen en común que critican algunos efectos y, a veces, aspectos del sistema vigente pero se abstienen de criticar al sistema mismo.
Stiglitz, muy solicitado en tribunas académicas y políticas y celebrado por los “progresistas” de todo el mundo, recibió en 2001, junto con Akerlof y Spence, el Premio “Nóbel” de Economía por su contribución a la teoría de la asimetría de la información, que sostiene que las fallas del mercado capitalista no se deben a la inexistencia de una competencia “pura y perfecta” (“la mano invisible del mercado”) sino que es el resultado de una información asimétrica e imperfecta que, dice, podría “tener profundos efectos en la forma en la que se comporta la economía”.[1]
En la misma línea de pensamiento, Stiglitz también formuló con Shapiro la teoría del salario de eficiencia y explica la existencia del desempleo por las deficiencias en la estructura informativa del empleo (http://links.jstor.org/sici?sici=0002-828).
Entre otras cosas, Stiglitz sostiene que la productividad está principalmente determinada por el nivel del salario del trabajador (el empleador tiende a pagar un salario más elevado a fin de incentivar al trabajador a ser más productivo: salario de eficiencia). Si bien es cierto que un salario más elevado motiva al trabajador no hay que ser muy experto para saber que no es el salario el que determina la productividad sino a la inversa: la productividad (bienes o servicios producidos por hora trabajada) es uno de los determinantes del nivel del salario: por eso un ingeniero que produce más valor por hora trabajada que un trabajador manual sin calificación gana más que este último.
Una prueba de la ineficacia de las teorías y de los métodos de Stiglitz para analizar la economía real es un informe que elaboró en 2002, encomendado por los grupos financieros Fannie Mae y Freddie Mac, donde afirmó que la actividad de dichos grupos, que garantizaban los préstamos hipotecarios concedidos por los Bancos a clientes poco solventes, no implicaban prácticamente ningún riesgo para el sistema bancario. Según Stiglitz el riesgo era del orden de entre uno sobre medio millón y uno sobre tres millones.[2]
Contra las “previsiones” de Stiglitz, basadas en modelos matemáticos,[3] las políticas de Fannie Mae y Freddie Mac contribuyeron en buena medida a desencadenar la crisis financiera que dura hasta hoy.
Joseph Stiglitz en un artículo que publicó el diario Clarín de Buenos Aires el 21 de junio de 2015 (Por una ley para la deuda soberana), escribe:
“Los países a veces tienen que reestructurar sus deudas. De lo contrario, la estabilidad económica y política de un país puede verse amenazada. Pero, en ausencia de un régimen regulatorio internacional para resolver los defaults soberanos, el mundo paga un precio más alto del que debería para tales reestructuraciones”. Y después sigue con otras consideraciones que el lector honestamente preocupado por los problemas socioeconómicos actuales (pero un poco desprevenido) no puede menos que suscribir.
Pero Stiglitz elude lo más importante: antes de renegociar o reestructurar una deuda hay que proceder a auditarla para establecer qué parte es legítima y que parte no. Por ejemplo si no se ha incrementado con intereses usuarios, con intereses sobre los intereses (anatocismo) y si su mismo origen no es el resultado de operaciones fraudulentas (deudas simuladas, contraídas por particulares que después asume el Estado) o contraídas por gobiernos autoritarios o dictatoriales para gastos improductivos y/o suntuarios o que va a parar total o parcialmente a las cuentas particulares en paraísos fiscales de los funcionarios de turno, etc. Esto es, elude la cuestión esencial: el mecanismo perverso del capital financiero dominante que hace de la deuda un círculo vicioso que no cesa nunca y que permite a ese capital absorber de manera improductiva, parasitaria y permanente una buena parte del producto del trabajo de los pueblos de todo el mundo. Esta sería una de las formas de “acumulación por desposesión” de que habla David Harvey. Mediante las políticas de austeridad, para las cuales no hay alternativa según las elites políticas, los funcionarios y los economistas al servicio de las clases dominantes.[4]
Un ejemplo más reciente. En 2015 se le otorgó el premio Nóbel de Economía a Angus Deaton. Las ideas de Deaton están en la misma línea de Milton Friedman, el ideólogo de los “Chicago Boys” en materia de análisis del consumo y el bienestar. Según Deaton el aumento del ingreso de los más pobres –sobre todo en los países pobres– no mejora necesariamente su bienestar y los países ricos no deben ayudar a los países pobres porque tal ayuda crea más problemas que los que resuelve.
Afirma, contra toda evidencia, que el mundo es ahora más igualitario que nunca antes.

John Kenneth Galbraith, que nunca fue “distinguido” con el así llamado premio Nóbel de Economía, en un texto publicado en castellano en Crítica de la ciencia económica, (Ediciones Periferia, Buenos Aires, 1972) con el título La economía como un sistema de creencias (original en inglés publicado en 1970 en la American Economic Review con el título Economics as a System of Belief comenzaba escribiendo: “Un cargo reiterativo y no exento de razón que desde hace un siglo se le hace a la economía ha sido su empleo, no como ciencia, sino como fe protectora”. Y más explícitamente se refería en su libro “Un viaje por la economía de nuestro tiempo” a “la tendencia de la economía y de otras ciencias sociales, a adaptarse a las necesidades y a la mentalidad de los miembros ricos de la comunidad…”.
Una vez más se confirma la frase de Galbraith, (asesor de Roosevelt en la política del New Deal) referida a esta clase de economistas “en lo que se refiere a la ayuda a los pobres...se afirma que proporcionarles un ingreso o una ayuda de cualquier tipo, dará por resultado estropear su comportamiento, su sentido de la iniciativa y del esfuerzo...Así como los ricos tienen necesidad del estímulo de más dinero, los pobres tienen necesidad del estímulo de menos dinero ». (John Kenne

viernes, 14 de abril de 2017

Ignorantia Facti Excusat Ley y definición legal & Ignorantia juris non excusat

Ignorantia Facti Excusat Ley y definición legal & Ignorantia juris non excusat


Ignorantia Facti Excusat es una máxima legal latina que significa que la ignorancia de un hecho es una excusa. Cualquier acto realizado bajo una impresión errónea de un hecho material es excusado. Los actos y contratos realizados bajo un error o el desconocimiento de un hecho material son anulables. Sin embargo, la ignorancia de la ley no es una excusa.


Ignorantia juris non excusat o ignorantia legis neminem excusat (del latín, 'la ignorancia no exime del cumplimiento de la ley') es un principio de Derecho que indica que el desconocimiento o ignorancia de la ley no sirve de excusa, porque rige la necesaria presunción o ficción legal de que, habiendo sido promulgada, ...

martes, 31 de enero de 2017

Franquicias y licencias: ¿Qué son y en qué medida pueden beneficiarnos?

Franquicias y licencias: ¿Qué son y en qué medida pueden beneficiarnos?

(Documento también disponible en PDF)

Por Ian Cockburn1
Casi todo el mundo está familiarizado con el término franquicia o al menos conoce a una empresa a la que se le ha concedido un derecho de explotación para vender productos u ofrecer servicios de otra empresa. ¿Qué es una franquicia? ¿Cómo funciona? Y ¿por qué durante los últimos 10 a 20 años la franquicia se ha convertido en la forma de hacer negocios de más rápido crecimiento en casi todos los países del mundo?
¿En qué consiste una buena franquicia?: “las cuatro I”.
Este artículo se propone responder a las preguntas planteadas más arriba y proporciona al lector una explicación básica de cómo funcionan las franquicias y las licencias. Se debatirán los beneficios generados por las franquicias y las dificultades que pueden plantearse a la hora de buscar una franquicia. El artículo está escrito con el único objetivo de brindar una introducción informativa a las franquicias y licencias, y proporcionar antecedentes útiles que permitan a los empresarios obtener beneficios de la innovación.
Si desea saber más sobre franquicias y licencias puede solicitar la asistencia de un consultor especializado en franquicias y licencias o de un profesional de la P.I., y recuerde siempre que los documentos contractuales no han de estar redactados en términos jurídicos ambiguos. Al igual que en cualquier contrato, debe quedar claro para ambas partes lo que se le está pidiendo a una de ellas y lo que la otra debe conceder, así como las fechas de entrega, suministro y pago, la vigencia que tendrá el acuerdo, si habrá posibilidad de renovar el contrato y, lo que es más importante, cuándo se podrá rescindir el contrato y por qué.

íNDICE

¿Por qué las franquicias suscitan tanto interés?

Hay numerosas razones que explican por qué las franquicias se han convertido en el modo de hacer negocios de más rápido crecimiento, pero la explicación más acertada es que las franquicias responden simplemente a una necesidad del mercado.
En los decenios de 1980 y 1990 se produjeron cambios radicales en el mercado laboral y en la forma de trabajar. Como consecuencia de varias crisis petroleras y fuertes caídas de los mercados de valores, la liberalización de la economía mundial y la reducción de las subvenciones, la desreglamentación y los recortes de personal del sector público se han incorporado al mercado de trabajo personas capaces, dinámicas y llenas de recursos que desean trabajar de forma autónoma.
Los franquiciatarios son en la mayoría de los casos personas que han trabajado anteriormente en relación de dependencia y que consideran que la posibilidad de obtener una franquicia es una manera más relajada de realizar la transición entre el trabajo asalariado y el trabajo autónomo. El factor de riesgo de un negocio ya probado se ve también como una opción mejor que tomar un derrotero totalmente nuevo.
Otro factor aún más importante es que las franquicias las establecen invariablemente personas preparadas para invertir en sí mismos y en sus aptitudes, aquellos que escapan de la angustia de la oficina o de la política de la empresa y buscan libertad en el trabajo y las recompensas que conlleva el arduo trabajo.
Teniendo en cuenta que las franquicias son una inversión personal, no sólo en lo que atañe al capital invertido en el negocio sino también al tiempo y la energía necesarios para obtener buenos resultados, es muy importante que cuando se elige una franquicia se adopten algunas precauciones que dicta el sentido común.

Antecedentes

La franquicia es un sistema de negocios que ha crecido de forma sostenida en los últimos 50 años y se calcula que representa más de un tercio de las ventas al por menor mundiales. Somos muy pocos los que no hemos sido afectados por los resultados de la franquicia. Las franquicias van del omnipresente McDonalds® a empresas que se encargan de cortar el césped como Mr Green®, servicios de asistentes personales, servicios dentales y médicos, servicios de contabilidad e incluso servicios que nos ayudan a preparar los formularios de impuestos.
Las franquicias no se limitan solamente a los negocios de comida rápida o a contratistas encargados de la jardinería. Actualmente, hay franquicias para el asesoramiento de directores y deportistas y para las ventas por Internet.
¿Quién sabe qué sucederá en el futuro? Lo único de lo que podemos estar seguros es que, si existe la necesidad en el mercado, es más que probable que sea satisfecha por una actividad económica innovadora y creativa que busque aprovechar su liderazgo en el mercado y las ventajas de la propiedad intelectual mediante algún tipo de sistema de franquicia.

¿Qué es una franquicia?

La franquicia es un término que puede aplicarse casi a cualquier esfera de la actividad económica. La franquicia abarca productos y servicios que van desde la fabricación, el suministro para la fabricación, la elaboración, la distribución y la venta de productos hasta la prestación de servicios, la comercialización de esos servicios, su distribución y venta.

Definición de franquicia:

La franquicia puede definirse como un contrato mercantil que permite combinar la reputación, la innovación (activo intangible), los conocimientos técnicos y la experiencia del innovador (el franquiciante) con la energía, el interés y la inversión de otra parte (el franquiciatario) para llevar a cabo transacciones de suministro y venta de productos y servicios.
El hecho de que los contratos de franquicia, como método de realizar un negocio, hayan aumentado tan rápidamente en los últimos 10 o 20 años (a escala mundial) se debe simplemente a que las franquicias son una forma eficaz de combinar los puntos fuertes, las aptitudes y las necesidades del franquiciante y del franquiciatario. Para conseguir realmente buenos resultados, uno depende del otro.
En la mayoría de los casos, la franquicia combina los conocimientos prácticos del franquiciante con los medios de que dispone el franquiciatario y, en los sistemas de franquicia más eficaces, la energía de ambos.

La franquicia: nociones básicas ¿cómo funciona?

En un contrato de franquicia básico el franquiciante ha creado un sistema para realizar transacciones; y se ha probado que el sistema obtiene buenos resultados; el franquiciante que desea emular el éxito de este sistema comercial, por lo general, en una zona geográfica distinta, establece el proyecto básico para otros que también deseen reproducir este éxito poniendo en marcha la misma actividad económica y utilizando los mismos nombre y sistema.

Ventajas de poseer una franquicia

La principal ventaja de poseer una franquicia es el sentimiento de libertad que conlleva el trabajo autónomo. Esta libertad se ve atenuada ya que se sabe que el propietario ha invertido en un sistema probado y cuenta con la capacitación, el apoyo y el aliento de otros franquiciatarios y del franquiciante.
Poseer una franquicia proporciona además un entorno semimonopólico para llevar a cabo la actividad económica en una zona determinada. Por lo general, existe también una clientela informada. Aunque está claro que habrá competidores, se otorgará al franquiciatario la única franquicia en una zona determinada y, a menudo, se le proporcionarán listas de clientes.
Lo que es más importante es que al participar en una franquicia el franquiciatario forma parte de una marca inmediatamente reconocible, y cuenta con las expectativas en cuanto al producto o al servicio que la marca conlleva y con la reputación obtenida a lo largo del tiempo.
La franquicia ofrece además al franquiciatario la capacidad de sacar provecho de los conocimientos prácticos y los sistemas de probada eficacia. La calidad del producto o servicio proporcionado está por lo tanto garantizado de muchas formas. La franquicia ofrece las siguientes ventajas:
  • Libertad de empleo
  • Resultados del producto o servicio probados
  • Semimonopolio; territorio definido o límites geográficos
  • Marca probada, reconocimiento
  • Se comparten los costos de comercialización, publicidad, y campaña de lanzamiento de la actividad económica
  • Conocimientos prácticos del sector
  • Riesgo de quiebra reducido
  • Acceso a productos o servicios de dominio privado
  • Grandes ventajas en la compra
  • Investigación y desarrollo permanentes

¿En qué consiste una buena franquicia?: “las cuatro I”

Las personas poco informadas a menudo consideran a las franquicias como una forma fácil de ganar dinero o un sistema rápido para hacerse rico.
Estas ideas se deben por lo general a que miran desde afuera y contemplan un negocio exitoso, floreciente, administrado de forma eficaz, con encanto y aparentemente distinguido, y en el que se ha invertido un mínimo de esfuerzo.
Las franquicias que prosperan son el resultado de la innovación, la iniciativa, la inversión y el interés.
La chispa que da lugar a una buena franquicia es siempre una buena idea que satisface una necesidad del mercado. La buena idea, por ejemplo los conceptos de “Hire-a-Hubby®”, “Mr Green®” o “All Around®” surgieron en el momento y el lugar adecuados. La buena idea se vio reforzada por la iniciativa y la dirección de su creador que puso la idea en marcha.
El “sistema” de proyecto básico encaminado a repetir el éxito se establece, desarrolla, actualiza y supervisa, y requiere la inversión de tiempo, dinero y la innovación. Gracias a esta innovación se satisfacen, anticipan y abordan las expectativas de los clientes y, por supuesto, a partir de la innovación se obtiene un nombre único, fácil de recordar y exclusivo y se establece una marca única.

Contrato de franquicia

El contrato de franquicia es un acuerdo por el que el franquiciante concede una licencia al franquiciatario a cambio del pago de una tasa para que éste explote el sistema que la empresa ha creado.
El sistema de franquicias es por lo general un paquete que abarca los derechos de propiedad intelectual, como los derechos de utilizar la marca, los nombres comerciales, los logotipos y la “puesta en marcha” del negocio; todas las invenciones, como patentes o diseños, secretos comerciales y conocimientos prácticos del sector y todos los folletos pertinentes, la publicidad o las obras amparadas por el derecho de autor en lo que atañe a la fabricación, venta de productos o prestación de servicios a los clientes. La propiedad intelectual pertenece exclusivamente al negocio y le proporciona una ventaja competitiva y un nicho de mercado.

Sistema de franquicias característico

El sistema de franquicias característico incluirá por lo general lo siguiente:
  1. La licencia para utilizar el sistema

A cambio de una cantidad acordada, se otorga al franquiciatario la licencia para realizar su actividad económica conforme a las indicaciones prescritas por el franquiciante. Esto abarcará por lo general la utilización de la propiedad intelectual correspondiente, las publicaciones sobre comercialización y publicidad, el diseño de la tienda y la “puesta en marcha”, así como el equipo especializado necesario para que el sistema funcione y siga su desarrollo y mejora permanentes.
  1. La obligación compartida de promover el desarrollo y la mejora del sistema

La mayoría de los contratos de franquicia tienen la obligación compartida de promover el desarrollo y la mejora del sistema que corresponde tanto al franquiciante como al franquiciatario. Esto exige que haya confianza y respeto mutuos y se compartan los propósitos y objetivos generales de la franquicia. El principio básico de este enfoque es que lo que es bueno para uno debe ser bueno para el otro.
El franquiciante también está obligado por contrato a sustentar, alentar y prestar asistencia al franquiciatario.
El franquiciatario por su parte debe mantener y fomentar la franquicia y realizar la actividad económica expuesta en los manuales y las directrices sobre prácticas óptimas del sistema.
El franquiciatario tiene además la obligación permanente de pagar tasas de mantenimiento al franquiciante según lo estipulado en el contrato de franquicia. Estas tasas incluyen por lo general un elemento de publicidad/comercialización así como la tasa de servicio de gestión en curso.
  1. El derecho del franquiciante a determinar la forma de funcionamiento del negocio

La mayoría de los contratos de franquicia contienen una parte que establece que el franquiciatario ha de llevar a cabo la actividad económica según lo prescrito en las directrices y de acuerdo con la práctica óptima de funcionamiento de la franquicia. El franquiciante por su parte debe mantener, distribuir y actualizar los manuales, los procedimientos de funcionamiento y los requisitos de calidad cuando se produzcan modificaciones, y ha de proporcionar capacitación permanente.
El contrato de franquicia exigirá además por lo general al franquiciatario que proteja la propiedad intelectual del sistema de franquicia, y que actúe de acuerdo con las obligaciones territoriales o geográficas convenidas. Ambas partes deberán respetar las disposiciones de divulgación de las cuentas acordadas.
El contrato de franquicia es un documento jurídico basado en el derecho contractual y necesariamente en la confianza mutua de ambas partes.

Licencias

No existe una licencia normalizada. Cada contrato es único y tiene sus propios requisitos, finalidades y objetivos especiales.
Antes de firmarse, todas las licencias deben leerse de forma minuciosa y deben ser examinadas por un profesional especialista en licencias o en propiedad intelectual.
Huelga decir que toda licencia debe ser clara para todas las partes interesadas. Cada una de las partes ha de ser consciente de las obligaciones que el contrato le impone, las condiciones que han de satisfacerse y los plazos para llevar a cabo las funciones específicas. Todas estas características deben ser transparentes y mensurables. Cada parte debe tener además plena conciencia de las responsabilidades de la otra parte.
Las fronteras territoriales o geográficas deben establecerse claramente, así como todas las obligaciones de pago y las cantidades que han de pagarse (y la forma de calcularlas). Todas las fechas de pago deben fijarse de forma precisa, preferiblemente en un calendario.
Las sanciones por incumplimiento de pagos o de las condiciones del contrato, el derecho a ceder, el plazo del contrato y el derecho a renovarlo son también consideraciones importantes que a menudo se pasan por alto o no se comprenden totalmente.
En un contrato de licencia pueden también negociarse condiciones que establezcan primas y éstas no deben descartarse.
Hay por tanto determinadas características que han de tenerse en cuenta al preparar cualquier licencia. A continuación se expone una lista con algunas de ellas:
  • ¿Se trata de una licencia exclusiva, es decir se concede a una sola persona, o no exclusiva?
  • ¿Puede el licenciatario conceder una sublicencia?
  • ¿Tiene la licencia limitaciones, por ejemplo, geográficas o territoriales, requisitos de venta mínima, producción mínima, etc.?
  • ¿Cuál es la cantidad, la frecuencia y la forma de pago, por ejemplo, una suma fija o pago de regalías, o ambos, u otro plan de pago?
  • ¿Quién paga las acciones judiciales y el mantenimiento de los derechos de propiedad intelectual (patentes, marcas, diseños)?
  • ¿Cómo se protegen las novedades, modificaciones o mejoras y quién es el titular de las mismas?
  • ¿Quién se encarga de presentar las patentes de perfeccionamiento en Nueva Zelandia, Australia o en el extranjero?
  • ¿En nombre de quién se realizarán las solicitudes?
  • ¿Existen cláusulas específicas relativas a la cooperación del licenciante en cuestiones relacionadas con la P.I., como las infracciones?
  • ¿Quién paga la labor de preparación de una licencia, la inscripción del licenciatario, etc.?
  • ¿Se exige al licenciatario el compromiso de explotar plenamente la invención?
  • ¿Contiene la licencia una cláusula que permite anularla si no se utiliza la P.I.?
  • ¿Cuál es el plazo de una licencia?
  • ¿Se puede renovar?
  • ¿Cuáles son las condiciones para anularla?
  • ¿Cuándo deben abonarse las regalías u otros pagos?
  • Si se permite conceder una sublicencia, ¿cuál es la retribución del licenciante?
  • ¿Qué información debe proporcionar el licenciatario al licenciante?
  • ¿Qué sucede si la P.I. en virtud de la cual se concede la licencia es denegada, infringida, anulada, o existe oposición a la misma?
  • ¿Es el derecho de autor un elemento a considerar?
  • ¿Acepta el licenciatario no impugnar la validez de la patente?
  • ¿Acepta el licenciante proporcionar los “conocimientos técnicos” esenciales?
  • ¿Qué disposiciones existen en relación con los “equipos” si se rescinde la licencia?
  • ¿Cómo se solucionarán las controversias?
  • ¿Qué sucede si fallece una de las partes?

¿Cuál es la diferencia entre un acuerdo de distribución, un contrato de licencia y un contrato de franquicia?

Los acuerdos de distribución y los contratos de licencias y franquicias son todos medios legales que permiten realizar negocios de forma eficaz, y definir y proteger los intereses comerciales de ambas partes.
Los acuerdos no han de ser documentos complicados rodeados por el misterio. Deben ser documentos simples fáciles de entender y de leer.
Lo ideal es que los acuerdos sean una plataforma para que el contrato comercial obtenga buenos resultados y se revise de forma regular.
Para concertar un acuerdo hay que solicitar el asesoramiento de un especialista en P.I. o un abogado especializado en franquicia.

Acuerdo de distribución

La mayoría de los acuerdos de distribución tienen un carácter no exclusivo. A raíz de ello, la franquicia puede ofrecer importantes ventajas en cuanto a su predominio en el mercado.
El acuerdo de distribución es un contrato entre el fabricante, productor o importador y el vendedor o distribuidor.
El distribuidor puede ser un agente exclusivo que venda únicamente las mercancías del productor o, como suele suceder, el agente exclusivo es el único distribuidor de las mercancías de un productor particular en el mercado. Un acuerdo de distribución exclusivo puede permitir al distribuidor conceder licencias de subdistribución.

Contrato de licencia

Un contrato de licencia es un acuerdo mercantil en virtud del cual el licenciante, mediante un derecho de monopolio, como una patente, una marca, un diseño industrial o un derecho de autor, tiene un derecho exclusivo, lo que supone que los demás no pueden explotar la idea, el diseño industrial, el nombre o el logotipo a escala comercial.
El licenciante permite al licenciatario utilizar y vender, sin censura previa, el producto o nombre a cambio del pago de una tasa.
En una licencia de marca, por ejemplo, el licenciatario recibirá el privilegio pleno de utilizar la marca en productos o servicios siempre que esa utilización sea conforme con los protocolos firmados y las directrices de calidad acordadas.
Por lo general no existe el componente de capacitación, la estrategia de desarrollo del producto ni el apoyo limitado a las actividades de comercialización.

Contrato de franquicia

Como se expuso anteriormente, un contrato de franquicia puede considerarse como un acuerdo más sólido para los que comienzan un tipo de negocio. El contrato de franquicia establece obligaciones para ambas partes y contiene elementos de capacitación, tutoría y asesoramiento técnico del franquiciatario. El contrato de franquicia es una licencia especializada y contemplará todos los aspectos de la P.I., las obligaciones del usuario y las disposiciones en cuanto a su utilización.

Elementos que hay que tener en cuenta al elegir una franquicia

La concesión de una franquicia es una actividad comercial. Se trata de comprar y vender productos y servicios y, al igual que toda transacción comercial, exige una reflexión cuidadosa antes de completar la transacción.
Comprar una franquicia es lo mismo que iniciar un negocio. La compra debe basarse en un análisis objetivo y no en un impulso.
Deben examinarse los balances y los resultados económicos. Debe además compararse con franquicias similares en esferas parecidas a fin de comparar peras con peras y determinar expectativas e ingresos realistas.
El aspecto de la franquicia que más se pasa por alto y que siempre se da por sentado es que la propiedad intelectual pertenece al franquiciante o, en algunos casos, no es así.
Un factor esencial de la franquicia es su nombre ya que con el nombre se compran, venden y comercializan los productos y servicios de las franquicias. Y así es cómo sus consumidores conocen el negocio. Al incorporarse en un nuevo sistema de franquicia, o en una nueva esfera en particular, es imperativo investigar a fondo la posición de monopolio que supone el nombre de la franquicia.
La marca y la exclusividad que obtiene el negocio forman, de todas maneras, gran parte del precio de compra de la franquicia y son los elementos que atraen a los posibles clientes.
Es por lo tanto esencial realizar una búsqueda de la disponibilidad del nombre/marca y ésta deberá estar a cargo de un servicio de búsqueda profesional.
También deben investigarse otros aspectos de la propiedad intelectual, como la titularidad de la patente, el derecho de autor y la comercialización, y ha de determinarse su titularidad (derecho de utilización).
Dado que casi todos los franquiciatarios sienten una pasión genuina por sus productos y por la actividad económica que realizan, es muy importante que al elegir la franquicia no se haga basándose en un interés en el producto sino en el examen de los resultados económicos actuales y en el futuro. En cambio, no deberá elegirse una franquicia simplemente porque los resultados económicos sean buenos.
Los resultados económicos y los beneficios pueden desaparecer fácilmente si no hay pasión por el producto, el negocio o si no existe compromiso con el cliente.

El franquiciante: el inicio de una cadena de franquicias

La franquicia se parece en gran medida a la industria del conocimiento. El franquiciante ha conseguido la aceptación del mercado y la fidelidad de los clientes gracias al desarrollo de un sistema innovador e intensivo y al perfeccionamiento del producto. Dicha empresa desea explotar su posición en el mercado y para ello comparte sus conocimientos con el franquiciatario.
La plataforma que sirve de base a la franquicia es la propiedad intelectual. El franquiciante obtiene sus ingresos cediendo esos conocimientos.
Convendrá por tanto al franquiciante proteger la propiedad intelectual correspondiente a la franquicia y garantizar que no se menoscabe la posición monopólica solicitando el asesoramiento de un especialista en P.I. [enlace con Pipers People] con objeto de conceder derechos sobre una marca, una patente o un diseño industrial, según proceda.
A fin de impartir eficazmente sus conocimientos y ayudar además a los franquiciatarios a dirigir sus negocios con éxito utilizando sus métodos, el franquiciante comunicará sus métodos por medio de un manual de procedimientos básico, y de manuales de capacitación y garantía de calidad. La franquicia más estable y sólida cuenta invariablemente con los manuales de trabajo y programas de mantenimiento más exhaustivos.
Si bien este aspecto del inicio de una franquicia es a menudo el obstáculo más grande que han de enfrentar las eventuales empresas cedentes es, junto a la marca, la plataforma que brindará la mayor recompensa. Es además la única garantía para el franquiciante de que los sistemas, la innovación y el desarrollo (la P.I.) que ha llevado a cabo para perfeccionar sus productos se aplique de manera sistemática, protegiendo y evitando que se debilite la inversión en propiedad intelectual.

Prestigio (goodwill)*

  • El prestigio se ha definido así: “El beneficio y las ventajas derivadas del buen nombre, la reputación y el buen proceder de un negocio en relación con sus clientes, proveedores y distribuidores”. Se refiere a menudo a un factor de atracción que se transforma en hábito.
El prestigio, como objeto de los derechos de dominio privado, no puede existir por sí mismo, no existe separado del negocio al que hace alusión.
La forma de prestigio más evidente es el nombre o la marca utilizada en la venta y por la cual es reconocida en el mercado.
Al conceder la franquicia, la empresa gana prestigio mediante la promoción de una marca exitosa a través de la comercialización, la práctica óptima y la innovación, prestigio que utilizan los franquiciatarios para añadir valor al negocio.
El franquiciatario pagará evidentemente este factor de atracción y el reconocimiento inmediato del cliente que supone para el “nuevo” negocio el contrato de franquicia.
En la mayoría de los acuerdos las nuevas franquicias que se realicen en el futuro tendrán un prestigio limitado y los pagos se reducirán al mínimo. En la medida en que crezca el negocio y aumente el reconocimiento del mercado, se incrementará también su prestigio. Por consiguiente, hay un factor de atracción más sólido que conlleva un mayor hábito, y los pagos que deberán hacer los nuevos franquiciatarios serán bastante más elevados que los realizados por los primeros.
Por lo tanto, el prestigio es un componente importante que ha de tenerse en cuenta al valorar una actividad económica, y debe evaluarse y protegerse. La forma más fácil de definir y proteger el prestigio es mediante la obtención de ganancias.
Se registran las marcas para el nombre y el logotipo comercial de la franquicia e incluso, en algunos casos, para la forma y los colores de sus productos. El prestigio también puede protegerse haciendo valer el derecho de autor de los manuales, los folletos de publicidad y venta, las fórmulas, los programas informáticos de gestión y contabilidad, e incluso el del diseño y la disposición de las instalaciones de la tienda, el diseño de los uniformes de los empleados y los anuncios de televisión.

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El autor es editor de Web y Director de publicidad y marketing de PIPERS – Global, estudio de abogados especializados en patentes que tiene oficinas en el Reino Unido, Nueva Zelandia, Australia, Singapur y Malasia. Las opiniones expresadas en el presente artículo son las del autor y no reflejan necesariamente el punto de vista de esta revista.

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La "teoría de los contratos" ganó el Nobel de Economía

La "teoría de los contratos" ganó el Nobel de Economía
Un británico y un finlandés fueron los premiados; sus estudios se aplican en áreas salariales o de gestión pública.
El economista finlandés ayer en el Massachusetts Institute of Technology. Foto: AFP

ESTOCOLMOAFP11 oct 2016
El británico Oliver Hart y el finlandés Bengt Holmström ganaron ayer lunes el premio Nobel de Economía por sus investigaciones sobre los contratos, que tienen múltiples aplicaciones en diversos ámbitos de la vida real. Los dos economistas "han desarrollado la teoría de los contratos, un amplio marco de análisis de los múltiples aspectos del contrato, como la remuneración de los directivos basada en sus resultados, las franquicias, los copagos en los seguros, o la privatización de las actividades del sector público", explicó el jurado del Nobel.
Oliver Hart, nacido en 1948 en Londres, obtuvo su doctorado en la universidad estadounidense de Princeton en 1974. Actualmente enseña economía en Harvard. Bengt Holmström, nacido en 1949 en Helsinki, es diplomado por la universidad californiana de Stanford y enseña en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
"Estoy agradecido al comité" Nobel, reaccionó Bengt Holmström, miembro extranjero de la Academia real de ciencias de Suecia, que entrega el premio Nobel de Economía.
El tema de estudio de los premiados es quizá menos prestigioso que las grandes cuestiones de crecimiento, desempleo o pobreza, por lo que no figuraban en los pronósticos. Pero ambos tuvieron el mérito de dar nacimiento "a un fértil terreno de investigación fundamental", precisó el jurado: Holmström desde finales de los años setenta, y Hart en la década siguiente.
"Gracias a la investigación de Oiver Hart y Bengt Holmström, tenemos ahora los instrumentos para analizar no solamente los términos financieros de los contratos, sino también la prestación contractual de los derechos de control, de los derechos de propiedad y de los derechos de decisión entre las partes", explicó la Academia real de ciencias.
Entre los temas a los que han aportado luz, según la Academia, plantean estos interrogantes: "los suministradores de servicios públicos como escuelas, hospitales o prisiones ¿deben pertenecer al (sector) público o privado?"

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