La tierra de los incas se ha convertido en destino favorito de turistas y hombres de negocios chilenos.
El empresario peruano
Walter H. Wust, dueño de una editorial de libros de viajes, descifra las claves de este ascendente mercado.
Y sostiene que el juicio de La Haya no lo afectará.
Por Sergio Paz
TVI -el holding televisivo que maneja canales de cable como Vía X, Zona Latina y ARTV- se lanza al mundo de los libros. Y lo hace con su propia editorial, Vía X Ediciones, un particular emprendimiento que debuta en enero con Perú para chilenos, guía de viajes realizada por Walter H. Wust, eximio fotógrafo y empresario peruano.
Wust, entre otras cosas, es uno de los pocos que ha navegado a piacere en el triángulo marítimo que hoy Perú exige para sí.
¿Cómo es ese lugar del que todo el mundo habla y en verdad pocos conocen?
¿Cómo podría el juicio de La Haya afectar al que hoy por hoy se ha convertido en el principal destino de los chilenos de maletas?
¿Cuáles serán, en los próximos meses, los destinos más sofisticados en Perú?
¿Dónde comer y dormir en Lima en el próximo viaje de negocios?
De eso y más es lo que hablamos con Walter; el bueno de Walter Wust.
Perú ha cambiado.
Perú vive un boom. Basta saber que más de dos millones de turistas visitan el país cada año. Y, de ellos, buena parte son chilenos.
Si antes rayábamos la papa con Cancún, San Andrés o las playas de Brasil, hoy nuestra atención se la roban destinos como Máncora y Paracas, Cusco, Tacna y por cierto Lima; el epicentro.
Se sabe: Lima ya no es la Lima de unos años atrás. La Lima de hoy es moderna, prendida, dinámica.
Y es en Lima donde está la oficina de Walter Wust; fotógrafo profesional que creó su propia editorial de libros de viajes, empresa con la que ya ha publicado más de 300 títulos, todos muy apetecidos por los viajeros que buscan descubrir el antiguo, pero también el nuevo Perú.
Durante décadas Walter ha fotografiado los rincones más remotos de su país; trabajo que le he significado publicar varias veces en National Geographic.
Hoy tiene 45 años y vive en Miraflores, en una preciosa casa, moderna y funcional.
Aunque en realidad eso de que vive en Lima es un decir.
Nómade empedernido, Walter se la pasa viajando; un día está en Iquitos, luego en la costa.
De ahí parte a fotografiar el Amazonas.
Luego al Manu, al Valle del Colca. Y así.
La cosa es que, un buen día, llegaron unos chilenos a su oficina (entre ellos quien escribe) y le propusieron que publicara una guía de viajes para chilenos en Perú: Perú para chilenos.
Y, bueno, Walter Wust dijo que sí.
Y, más o menos, esto fue lo que salió.
-Hoy el principal destino de los chilenos en viaje es Perú.
¿Por qué Perú atrae tanto a los chilenos?
-Hay varias razones que lo explican.
La primera es, claro, la cercanía.
Somos vecinos, hablamos el mismo idioma y somos parecidos en mucho, sobre todo en nuestro gusto por la buena comida.
Aparte, en los últimos años, ha habido un acercamiento sin precedentes entre peruanos y chilenos, liderado por la inversión en el Perú.
Hoy los chilenos ven al Perú como parte de su desarrollo y como un lugar atractivo para descubrir mucho más que buenos negocios.
-Perú para chilenos… ¿Está caro? ¿Barato?
-Viajar por el Perú siempre ha sido barato.
Hoy, sin embargo, el refinamiento de muchos de sus servicios hace que los precios de hoteles premium y restaurantes de calidad internacional estén igualándose a los del resto de la región.
No es el caso de los textiles, las artesanías finas y el calzado que todavía ofrecen precios altamente competitivos.
La ventaja es que en el Perú el viajero siempre encontrará un lugar donde comer rico y disfrutar de la hospitalidad local a precios reducidos.
-¿Cómo podría afectar lo de La Haya en el turismo de chilenos en Perú?
-No creo que el resultado del diferendo afecte al turismo.
Somos vecinos y seguiremos siéndolo.
Es cuestión de saber trabajar en conjunto y en paz.
Los peruanos seguiremos recibiendo a los turistas chilenos con los brazos abiertos, deseosos de compartir nuestras maravillas.
-¿Conoces algo del mar que conforma ese triángulo que pide Perú?
¿Has navegado ahí?
-Sí, claro, he navegado en la costa sur de Tacna.
Y en verdad es una zona de gran riqueza marina, con playas muy hermosas que parecen revivir durante el verano, con una oferta de mariscos y pescado de extraordinaria calidad que los tacneños han sabido aprovechar muy bien.
-¿Has estado en el Hito 1?
-No conozco el Hito 1.
Pero sé que lo mejor del desierto de Tacna está lejos del mar, donde la cordillera se encrespa y gana altura, con valles resguardados del duro clima andino, enclaves de aguas termales y pueblitos de mucha tradición.
No deberíamos preocuparnos tanto por los hitos que a menudo son más mentales que físicos.
Lima y los nuevos destinos
-Muchos ejecutivos chilenos viajan hoy a Lima.
¿Ha cambiado?
¿Que recomendarías a los empresarios chilenos allá?
¿Qué hacer entre reunión y reunión?
-Hay tantos empresarios chilenos viajando por el Perú que en ocasiones, cuando uno está en las salas vip de los aeropuertos, pareciera que estás en Santiago.
Normalmente estos viajeros regresan de manera periódica, así que tienen claro dónde hospedarse. Lo interesante empieza cuando se deja el iPhone y la corbata.
Y entonces mi sugerencia es explorar la gastronomía, que es una manera de conocer al Perú desde su esencia.
Y la respuesta son los huariques, una alternativa genial a la hora del almuerzo.
-Publicaste un libro sobre los huariques,
¿qué son?
-En realidad publicamos dos.
El primero, en 2007, fue el pionero en llamar la atención del público sobre este tema, hoy tan promocionado.
La ida era tan novedosa que incluso a los dueños de los huariques les incomodaba el nombre, por su connotación de lugar de baja categoría.
Lo solucionamos colocando un subtítulo que se convirtió en eslogan de toda una corriente:
“Donde comen los que saben”.
En dos ediciones sucesivas reseñamos más de 200 huariques en Lima y en el interior del país.
Un huarique es un lugar donde, antes que nada, se come bien.
Un sitio a menudo pequeño, sin mucha publicidad, pocas mesas, un menú reducido (a veces un plato único), atendido personalmente por el chef o propietario, quien conoce por sus nombres a los comensales más frecuentes.
Uno de los deportes más populares entre los limeños es jactarse de conocer nuevos huariques.
Y lo mejor es compartirlos.
-¿Hay otros destinos fuera de los clásicos como Cusco y Machu Picchu?
-Aparte de los lugares consolidados, que se sitúan en el circuito surandino (Cusco, Valle Sagrado, Machu Picchu y Titicaca) hoy hay que visitar las selvas de Madre de Dios.
Ahí Tambopata ofrece la posibilidad de tomar contacto con una naturaleza casi intacta, con una asombrosa biodiversidad y con servicios para todos los bolsillos y exigencias. Más al norte está el próximo boom turístico: el circuito noramazónico que se inicia en la Ruta Moche (Trujillo, Chiclayo) y continúa hacia la selva, con Tarapoto y el fabuloso valle del río Utcubamba; ahí lugares como Kuéap, Gocta y Leimebamba son sus joyas más preciadas.
Arqueología, buena cocina, naturaleza, culturas vivas sorprendentes, buenos servicios y carreteras de primera son parte de la oferta. Ahora, para los que desean salirse de los caminos más transitados, recomiendo la ruta Chincha-Paracas-Nasca y alrededores, especialmente en verano.
Playas y Amazonas
-¿Qué playas recomiendas?
-Fuera de las playas más famosas, Punta Sal en Tumbes, Las Pocitas y El Ñuro en Piura, Paracas o los balnearios del sur de Lima (Asia), tengo una selección personal que incluye Bahía Nonura (en Bayóvar, Piura), Corralones (al norte de Huarmey, en Áncash), el Paraíso (al norte de Lima), San Fernando (en la costa de Nasca), Jiway y Puyenca (al sur de Chala). Y por supuesto, no olvidemos las playas secretas de la costa de Arequipa, a las que se llega sólo por vía marítima; ahí la caleta San José y la bahía Honoratos son realmente hermosas.
-¿Qué destino exótico no hay que perderse?
-Recomendaría dos, ya que los gustos suelen ser muy subjetivos.
Uno de lujo, diseñado para engreír a los sentidos, es viajar en un crucero por el Amazonas y regalarse tres días de relax, gastronomía cinco tenedores y noches de luna bajo la fresca brisa de la selva.
Un segundo destino es del tipo aventura y se llama la Ruta del Ausangate.
Un recorrido de seis días por montañas y lagunas en los Andes del Cusco acompañado por arrieros quechuas y sus llamas, disfrutando de albergues construidos en lugares que parecen sacados de un libro de cuentos.
-¿Y dónde debieran ir los chilenos que piensan en el Amazonas?
-Lo primero que hay que saber es que el 60% del Perú pertenece a la cuenca amazónica, así que no es necesario navegar en el mismo río para disfrutar de una experiencia de primer nivel. Madre de Dios es para mí la mejor opción ya que combina la accesibilidad –a media hora de Cusco en vuelos comerciales regulares– con una infraestructura hotelera para todos los gustos; desde la exclusiva Reserva Amazónica Inkaterra, hasta las casas de hospedaje del Tambopata, pasando por las propuestas de ecoturismo de Rainforest Expeditions.
-Perú es famoso por sus hallazgos arqueológicos.
¿Hay algún nuevo tesoro que pueda sorprendernos?
-Hay que visitar Cahuachi, en el desierto de Nasca, el centro ceremonial de barro más grande del mundo.
Si ya vio las maravillas de la Huaca de la Luna, en Trujillo, y Caral, al norte de Lima, recomiendo un recorrido por los sitios arqueológicos del valle del Utcubamba, en Amazonas, con la fortaleza de Kuélap como atracción central.
Ahí encontrará vestigios monumentales de la cultura Chachapoyas en casi cada montaña, muchos de ellos tal como los dejaron sus antiguos habitantes hace más de 500 años.
-Pareciera que Paracas, en la costa al sur de Lima, tiene hoy los hoteles más sofisticados de Perú:
¿es así?
-Paracas ha experimentado un boom hotelero sin precedentes y que le permite ofrecer estadías de calidad en un destino que tiene mucho más que las islas Ballestas.
Sin embargo creo que Cusco y el Valle Sagrado cuentan con la selección más exquisita en materia hotelera.
El Monasterio, Las Nazarenas, La Casona, Marriott, Sol y Luna, Tambo del Inca son excelentes pruebas de ello.
También hay propuestas altamente sofisticadas en el lago Titicaca como Suasi o Titilaka. •••
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